domingo, agosto 22, 2010

Premio Zóbel



El Premio Zóbel: dos publicaciones de Lourdes Brillantes
por Andrea Gallo


Quien tenga un poco de confianza con la literatura filipina no puede desconocer el Premio Zóbel, el galardón que se ha entregado a los más destacados escritores de lengua castellana del archipiélago. Este premio fue instituido en 1920 por la acción de Don Enrique Zóbel de Ayala —miembro de una ilustre familia local de origen español y confundador de la Academia Filipina— con el fin de promover y fomentar la lengua castellana y su literatura en una época en que, en Filipinas, iba penetrando masivamente el inglés. Este premio se ha mantenido vivo hasta hoy en día y es, junto con la Academia, correspondiente de la Real Academia Española, una de las instituciones que fomentan la tradición hispanofilipina.

....En años recientes dos publicaciones de Lourdes Castrillo de Brillantes, que ha sido catedrática de la Universidad de Filipinas (UP – Diliman) y es miembro de la Academia ya citada, han colmado el vacío de informaciones recopilando, en forma orgánica, una gran cantidad de material que permite conocer la labor de esta prestigiosa institución. Se trata del libro, escrito en español, 80 años del Premio Zóbel, publicado en 2001 con la colaboración de la Embajada española, la AECI y la Fundación Santiago, y de su actualizada versión al inglés, 81 years of Premio Zobel, editado por Georgina Padilla y Zóbel - Filipinas Heritage Library (Vibal Publishing House) en 2006. Ambos libros, gracias a documentos inéditos, recortes de periódico, memorias personales y fotos de época, reconstruyen las ocho décadas de actividad del premio y de la vitalidad de la cultura hispanofilipina a través de la vida y obra de esos escritores, pero también médicos, periodistas, diplomáticos, profesores y políticos que han animado la escena cultural de su proprio país.

....En Filipinas la promoción de certámenes literarios en idioma castellano es anterior a la institución de este premio. Ya en la época española había concursos literarios ligados sobre todo a entes educativos como el Ateneo de Manila de los jesuitas. En 1918 y 1919 los hermanos Zóbel habían promovido y patrocinado concursos literarios; el éxito de éstos, animaron a Don Enrique Zóbel de Ayala el cual dio inicio en 1920 —a través de una donación al Casino Español de Manila— al “Concurso Literario Enrique Zóbel de Ayala” o “Premio Literario Anual Enrique Zóbel”. Como recuerda Brillantes, la entrega del mismo, tenía lugar el 25 de julio, fiesta de Santiago Apóstol; en 1931 la fecha se cambió por el 12 de octubre, hasta que, después de la guerra, se estabelció el 17 de febrero, día del fallecimiento del fundador.

....Así como la fecha de entrega, igualmente las bases, la composición del jurado y el lugar de la ceremonia fueron cambiando varias veces a lo largo de los años, pero sustancialmente el reconocimiento se otorgaba por una obra escrita en lengua española por un autor filipino, obra que debía de estar inédita o por lo menos publicada sólo el año anterior a la entrega del premio.

....La primera convocatoria, la de 1921, no se adjudicó, así que el estreno efectivo sólo se celebró al año siguiente, cuando, en 1922, fue premiado el novelista de Iloílo Guillermo Gómez y Windham por su obra La carrera de Cándida, un volumen que incluía dos novelas cortas, seis cuentos y tres artículos, y que se habia editado el año anterior en Barcelona por la Editorial Catalana. A partir de entonces se anduvieron premiando las más destacadas firmas de la literatura hispanofilipina: en 1924 recibió el Zóbel Manuel Bernabé por la traducción al castellano de la obra poética persa Rubaiyat (en realidad Bernabé la tradujo del inglés); al año siguiente Enrique Laygo fue premiado por la colección de cuentos Caretas; Jesús Balmori recibió este reconocimiento en 1926, Antonio Abad en 1929, Alejo Valdés Pica en 1934, Evangelina Guerrero Zacarías en 1935, Adelina Gurrea Monasterio en 1955 y muchos más son los nombres que a lo largo de casi ochenta años han visto remunerado su esfuerzo y arte por este premio que, sin duda, es el más antiuguo del país entre los todavía vigentes.

....Brillantes —además de proporcionar útiles informaciones sobre la familia Zóbel que fundó el premio y que sigue, con encomiable esfuerzo, patrocinándolo hasta hoy en día en la personas de Doña Georgina y Don Alejando Padilla y Zóbel, hijos de Doña Gloria Zóbel de Padilla, la cual tanto obró en favor del español en Filipinas— subdivide su historia por etapas, poniendo en relación la historia del galardón con la evolución de la sociedad y cultura filipinas y señalando oportunamente las interrupicones en la entrega del mismo: la primera época va de 1922 a 1942; la segunda se extiende de 1953 a 1966 y, tras una suspensión, de 1974 a 1986; por fin, la tercera época es la que de 1987 llega hasta nuestros días (el último premio Zóbel fue entregado en 2000 a la señora Lina Obieta Sevilla) y que coincide con la eliminación del español como lengua oficial de la constitución filipina y a la transformación de este reconocimiento—por las mutadas condiciones culturales del país— no ya en premio de letras sino como signo de apreciación por la actividad en favor de la Hispanidad en Filipinas.

....Los libros de Brillantes, por primera vez, reúnen en una misma sede un copioso material, hasta la fecha, de difícil acceso que es indispensable para reconstruir las vicisitudes de la letras, la cultura e identidad filipinas del siglo XX.

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Este artículo fue publicado en Revista Filipina. Información adicional en Wikipedia.

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